"Te vi follar y fallar y no sé cuando me gustaste más: Si cuando te contemplé proclamándote diosa, o cuando te observé confesándote humana." - Elvira Sastre

"Te vi follar y fallar y no sé cuando me gustaste más: Si cuando te contemplé proclamándote diosa, o cuando te observé confesándote humana." - Elvira Sastre

Para esta semana elegí una frase de la poetisa española Elvira Sastre. Esta frase me hace pensar en esta maravillosa dualidad que tenemos las personas, de poder ser tan perfectos como los Dioses y a la vez tan imperfectos como los seres humanos.

Y es que dentro nuestro conviven todas las dualidades posibles. Todos los opuestos y todas las variantes intermedias. Somos el Yin y el Yang. La luz y la oscuridad. La Luna y el Sol, lo elevado y lo mundano.

Y en esta danza de opuestos (que también son complementarios), tenemos la posibilidad de elegir qué extremo encarnar a cada momento. Podemos ser dulces como un niño inocente, y al siguiente instante, violentos como el tirano más despiadado.

Claro que no es posible mantener ninguno de estos extremos por un tiempo demasiado prolongado. Oscilamos entre uno y otro constantemente,a veces eligiendo un poco a ciegas, y otras veces con más consciencia.

Lo importante es que podamos observar a cada momento, qué papel estamos representando, que rol estamos cumpliendo, y si notamos que estamos en un rol que no nos gusta o que nos resulta destructivo, tenemos el poder de corrernos de ahí. De salir de ese papel, respirar profundo y elegir otro que esté más acorde a nuestra vibración.

Y recordar que ninguno de ellos representa enteramente lo que somos. Porque lo que somos, es la suma de todos ellos y a la vez no es ninguno. Si logramos desapegarnos de cada etiqueta, veremos que se parece más a un juego, a una obra de teatro, donde nosotros somos los actores y a la vez los directores.

Entonces está genial si querés ocupar el papel de Dios/a por un buen tiempo, pero no te castigues cuando la vida te lleve de nuevo a ser humano. A todos nos gusta ver la luz, pero recordá que la luz sólo se puede observar desde las sombras. Cada parte del proceso es necesaria. Cada personaje es necesario para tu camino.

Simplemente permitite jugar y fluir entre las distintas posibilidades.