Asana: Salamba Sirsasana

Postura de Yoga de la semana: Salamba Sirsasana

Salamba significa "soporte", y Sirsa significa "cabeza. Esta postura, también llamada "Paro de cabeza", consiste en mantener el equilibrio sobre la cabeza tomando como apoyo a los brazos.

¿Cuáles son los beneficios de esta postura?

Estimula el flujo de sangre hacia la cabeza y la circulación en el área pélvica.

Nos ayuda a liberar las tensiones y el estrés, brindándonos equilibrio y estabilidad. 

Fortalece todo el cuerpo: Brazos, piernas, centro y espalda. 

Mejora el estado de ánimo, por lo que es útil para casos de depresión leve.

Favorece la digestión y la capacidad pulmonar.

Cómo hacer la postura paso a paso: 

1. Si sos principiante o nunca realizaste posturas invertidas, es recomendable que comiences practicándola contra una pared para que te sirva de soporte y puedas evitar caídas y golpes.
2. Arrodillate en el piso de forma que quedes enfrentando la pared.
3. Apoya los antebrazos en el piso juntando las manos, entrelazando los dedos. La separación entre los codos debe ser del ancho de tus hombros.
4. Apoyá la coronilla de tu cabeza bien cerca de las manos. Intentá que la mayor parte del peso quede sobre los brazos y no sobre la cabeza.
5. Inhalando, levantá las rodillas del suelo y caminá para que los pies queden más cerca del cuerpo. El torso debe quedar bien estirado, formando una figura de "V" invertida.
6. Exhalando, elevá las piernas. Podés acercarlas primero al torso de manera flexionada y luego estirarlas, o estirarlas directamente. También podés elevar primero una y después la otra. Es cuestión de que vayas probando cómo te resulta más cómodo y seguro.
7. Una vez en la postura, buscá que todo tu cuepro quede lo más estirado posible pero sin hacer demasiado esfuerzo. Podés mantener la postura respirando profundo por 20 segundos o por el tiempo que sientas.

Importante: Si en algún momento sentís tensión o dolor, suavemente desarmá la postura y colocate en una posición cómoda para descansar el cuerpo. Es importante no forzar el cuerpo a hacer movimientos a los que no está acostumbrado. Empezá de a poco, con calma, y vas a poder ir aumentando la resistencia y perfeccionado la postura a medida que la practiques con mayor frecuencia.
Siempre respetá y escuchá lo que tu cuerpo te pide a cada momento, y si una postura te resulta demasiado complicada, podés intentarlo más adelante, o probar con otras posturas más sencillas hasta que te sientas preparado/a.

Iustración por Lovetta Reyes-Cairo.