¿Qué es la Gemoterapia?


¿Qué es la Gemoterapia?

La Gemoterapia, es el arte de sanar diversas dolencias de índoles físicos, emocionales o espirituales, a través de la utilización de cristales, gemas y piedras preciosas o semipreciosas. 

Desde tiempos prehistóricos, el hombre ha recurrido a la energía de las piedras para obtener sus beneficios en distintos ámbitos. Son utilizadas como amuletos de protección, como forma de embellecer o decorar, y hasta para la curación de diversas dolencias y enfermedades.

Éstos cristales contienen dentro una "carga" energética, proveniente de la energía que absorben del Sol, de la tierra y del agua, conteniendo en sí mismos múltiples propiedades.

Su trabajo es sobre las energías etéreas o más sutiles. Ésto no significa que no puedan ser utilizados para fines más concretos o terrenales, sino que por el contrario, resultan muy útiles para desbloquear problemas cotidianos, a través de su resolución en los planos más elevados.

Hay muchas de formas de clasificar las distintas piedras, ya sea por su composición, por el tipo de energía que manejan, o por sus usos. En próximos posts profundizaremos sobre estas clasificaciones, pero en éste, prefiero que nos enfoquemos en tener un primer acercamiento a los cristales de manera más generalizada.

Entonces, nos conviene analizar en primera instancia, algunos puntos importantes a tener en cuenta para saber cuáles son los diversos beneficios que pueden aportarnos las piedras, y cómo podemos aprovecharlos al máximo en nuestra vida cotidiana.

Cada cristal es distinto. Cada uno tiene un color, una textura, una dureza, una edad y una energía distinta. Así como sus características físicas son increíblemente variadas, también lo son las propiedades que cada uno puede aportarnos. Así como hay cristales que pueden ser excelentes para el tratamiento de dolencias físicas, otros pueden ser más útiles en la resolución de conflictos emocionales, y otros, por ejemplo, servirán para desbloquear cuestiones energéticas. Existen diversos libros, e incluso pequeñas guías rápidas y simples que podemos encontrar en la web, para tener a mano a la hora de saber qué cristal elegir. De ésta manera, podremos informarnos sobre los usos principales de cada uno, y elegir el que más se ajuste a nuestras necesidades.

Pero ésto no es lo único importante a la hora de elegir una piedra que nos acompañe o nos ayude a resolver determinada situación.
Personalmente, siempre he creído que esa energía que las piedras tienen para curarnos, podemos sentirlas desde el primer momento, incluso antes de haberlas comprado.
¿Con esto qué quiero decir?

Supongamos que nuestro problema es un fuerte dolor de cabeza, y nos han recomendado o hemos leído que la piedra indicada es el Lapislázuli. Entonces vamos a sumergirnos en la tarea de conseguir éste cristal. Pero supongamos que no nos es posible adquirirlo, por cuestiones económicas, porque la tienda de cristales más cercana justo se ha quedado sin ejemplares, o por el simple hecho de que no nos resulta bello para lucir estéticamente.
Bien, no es necesario que nos frustremos y volvamos a casa resignados sin niguna piedra. Podemos tratar de conseguir alguna otra gema que nos llame la atención en ése momento, aunque no sepamos ni su nombre ni sus propiedades.
Más de una vez me ha pasado de salir a buscar una piedra, y terminar volviendo con una completamente diferente, pero que al investigar sobre sus propiedades: Oh sorpresa! Cumplía con todo lo que yo estaba necesitando.

Con ésto lo que pretendo es que aprendan a confiar en su sentido de la intuición. Y es que, cuando de sanación se trata, no hay nadie mejor que nuestro propio cuerpo para saber exactamente qué es lo que necesitamos a cada momento.

Ahora bien, una vez que hallaste un cristal (ya sea porque tiene los beneficios que buscabas o simplemente porque te llamó la atención y decidiste adquirirlo), hay distintas maneras en las que lo podés utilizar para aprovechar sus propiedades.

Sus energías las obtendremos a través del contacto directo, es decir el tacto o la vista, y en algunas ocasiones, ingieriendo "elixires" que podemos preparar nosotros mismos.

La forma más común y sencilla, es llevarlos con nosotros, a modo de joyas, en una cartera o bolsillo, o en alguna pequeña bolsita a modo de amuleto. Ésto nos va a permitir un contacto muy cercano (y si es posible el contacto directo con nuestra piel, mejor) y de ésta manera estaremos absorbiendo su energía. En el caso de que necesitemos que actúen sobre una zona específica, podemos colocarlo o frotarlo sobre ésta zona. Por ejemplo, para un dolor de cabeza, colocaremos el cristal sobre la frente o la zona de la cabeza que está dolorida durante un rato, para que resulte más efectivo.

Otra forma de contacto directo muy utilizada es a través de su utilización sobre los distintos Chakras o centros energéticos de nuestro cuerpo. Por lo general ésto se hace en sesiones de Sanación con Cristales con terapeutas especializados en ésta herramienta, pero eso no significa que no puedas también hacer uso de ésta técnica en casa. Para eso sólo tendrás que elegir un momento que puedas estar tranquilo/a y preferentemente en silencio por algunos minutos, y podrás colocar las piedras que desees sobre los Chakras a tratar, al tiempo que hacés ejercicios de respiración o meditación. En próximos posts hablaremos también de ésta técnica de manera más detallada, conociéndo más en profundidad cuáles son las piedras más adecuadas para su uso sobre cada Chakra.

En los casos en los que busquemos aprovechar propiedades más espirituales, como por ejemplo, para lograr meditaciones más profundas, visualizaciones o para elevar nuestra vibración energética, bastará con tener alguno de estos cristales cerca para poder observarlo fijamente mientras meditamos sobre él y su energía, y concentrándonos en nuestro propósito a modo de intención.

Otro de sus usos, es a través de la ingesta de elixires, que, como nombre anteriormente, podemos preparar en casa. Generalmente, éstos se preparan dejándo el cristal elegido en remojo con agua potable en un recipiente de cristal durante una o varias noches, para luego beber éste agua que pasa a estar cargada con la energía del cristal. Ésta técnica es un poco más compleja, y por lo general se utiliza para limpiezas o purificaciones más profundas a nivel integral. Es importante saber que algunas piedras no pueden ser utilizadas de ésta manera, ya que debido a su composición, no pueden ser sumergidas en agua, y otras, por sus altos contenidos de mercurio, pueden resultar tóxicas para el organismo. Con lo cuál antes de utilizar éste método tal vez sea conveniente un poco más de investigación para encontrar una receta fiable.

Por último, bastará con tener algun cristal de nuestra elección en algún rincón de nuestra casa, para que actúe limpiando y purificando el espacio de malas energías de manera constante.

Hay que tener en cuenta que para cuaquiera de los métodos elegidos, es recomendable que las piedras sean limpiadas (con agua, sal o sahumos), y cargadas (a la luz del Sol o de la Luna), para que su energía no se estanque ni se desgaste, y podamos aprovechar al máximo sus efectos.

Como podrás ver, las formas de utilizarlos son muy variadas, pero a la vez sencillas. De todas maneras, te recomiendo que más allá de las técnicas nombradas en éste post, si te interesa trabajar con la energía de los cristales, te tomes un tiempo a modo de exploración, para ir probando distintas formas hasta que encuentres aquellas que te resulten más cómodas y beneficiosas. Cada uno de nosotros es único, y por eso hay tantas formas de utilizar los cristales como personas hay en el mundo.
Sólo hace falta que escuches tu intuición, para encontrar esa que resuena completamente con tu ser interior.



















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