Compartir en las relaciones




Cuando hablamos de relaciones amorosas, solemos hacerlo en términos de "dar" y "recibir".
Lo vemos como un intercambio que debería ser lo más justo y equilibrado posible. Todos deberíamos poder dar y recibir más o menos lo mismo, o por lo menos en las mismas cantidades.
Pero... cómo se mide ESO que damos o que recibimos? Cuánto es poco, cuánto es mucho? Cuál es el parámetro para saber qué exigir?
Ahí está el problema. Que este tipo de pensamiento nos hace creer que si damos una cantidad X, tenemos derecho a recibir esa misma cantidad X, y si no la recibimos, nos sentimos frustrados y no-amados.
Estamos convencidos de que hay algo que nos falta. Una especie de hueco casi sin fin, que si no es llenado urgentemente, nos conduce a una desesperación terrible por taparlo constantemente.
Y qué pasa si en vez de llenarlo o taparlo, nos dejáramos caer como Alicia, en el hoyo del conejo?
Si simplemente soltamos el control y nos disponemos a mirar de frente lo que sea que aparezca? 

Probablemente, al principio nos encontremos con unas cuantas capas de miedo y resistencias. Pero cuanto más tiempo permanecemos allí, estas capas se vuelven más blandas, y nos permiten traspasarlas hacia los niveles más profundos. Y ahi? Ahí sucede que el vacío ya no es vacío, porque en donde no hay absolutamente nada, están las posibilidades de absolutamente todo.
En donde no hay "nada de amor" también se encuentra "todo el amor" posible. Al mismo tiempo.

Y entonces? Se trata de elegir. Primero, dentro de ese vacío. Elegir el todo en lugar de la nada. La presencia en lugar de la ausencia. El amor en lugar del vacío.
Y luego, podemos comenzar a pensar en encarar nuestras relaciones desde otro lugar. En la forma anterior, si yo no tengo no puedo darte, y si yo no te doy vos no tenés para darme. Viendolo así resulta bastante obvio que vivamos sintiéndonos incompletos, no?
Ahora desde esta nueva perspectiva, si yo tengo TODO, puedo compartirlo con vos. Y ese todo que tengo, a demás es ilimitado, es decir que lo que te doy a vos, no me lo quito a mí, sino que por el contrario, se multiplica y se vuelve más TODO.

Y si a la vez, vos hacés la misma elección, ya no se trata de un par de vacíos compitiendo para ver quién se llena primero, sino de dos seres siendo todo. Intercambiando sus todos en un ritmo armónico.

Compartiéndose.

Ilustración por @jona_noguera (Instagram)

Comentarios

Entradas populares

Tarot semanal del 04/06 al 10/06

Tarot Semanal del 18/06 al 24/06

¿Qué es el Diseño Humano?